Desde 1985 Giorgio Nardone ha llevado a cabo investigaciones empírico-experimentales orientadas a la puesta en práctica de modelos de terapia breve que permitan soluciones, tanto rápidas como eficaces, a las más importantes formas de psicopatología. Después de treinta años podemos afirmar que este objetivo ha sido alcanzado. Pues a través de las numerosas investigaciones-intervenciones, la elaboración y la formulación de soluciones terapéuticas, se ha llegado a realizar estrategias formalizadas y empíricamente validadas. Demostrando ser las más eficaces y eficientes entre las numerosas formas de psicoterapia. Esto gracias al método empírico-experimental de la investigación-intervención aplicado al campo clínico lo que  Kurt Lewin, ya en los años treinta del siglo pasado, definía como metodología de investigación-acción en el campo. La idea era: “si quieres conocer como funciona un sistema busca cambiar su funcionamiento”. Hoy dicha formula ha sido trasformada en “conoce un problema a través de su solución”. Es decir: si quieres conocer el funcionamiento de una patología lo puedes hacer sólo a través de la estrategia terapéutica en grado de resolverla.

Esta es la metodología de la investigación avanzada utilizada por la ciencia y la Tecnología, a menudo olvidada en psicología clínica y en psiquiatría, y que la mayoría de las veces los psicoterapeutas ni siquiera contemplan a lo lejos. Es claro, incluso para el más neófito, que si un modelo terapéutico lleva a una rápida y efectiva sanación de un trastorno, significa que su estructura se ajusta a la patología resuelta. Además, si esta después puede ser aplicada del mismo modo a una muestra grande de diferentes sujetos que presentan el mismo trastorno y con los mismos resultados exitosos, significa que la solución explica las características del problema. Por lo tanto, para conocer la psicopatología debemos orientar la investigación, no hacia una observación separada de los fenómenos clínicos, sino mas bien, hacia la puesta en práctica de técnicas terapéuticas: eficaces, eficientes, replicables, predictivas y trasmisibles como se realiza en todas las disciplinas científicas. Como se puede bien comprender, esto permite no solo estudiar las características de los trastornos sino sobretodo poner en práctica y desarrollar los tratamientos terapéuticos más idóneos.

En base a este tipo de trabajo, sea clínico que investigativo, lo que distingue el trabajo de Giorgio Nardone es el haber puesto en práctica un mayor número de modelos terapéuticos (más que cualquier otro autor en el sector) y haber elaborado, sin comparación, un conjunto de estratagemas terapéuticos que se ajustan a las diferentes formas de sintomatología psicológica. Una parte de estos está representada por readaptaciones de técnicas elaboradas por otros “Maestros”, siempre debidamente citados; otros representan verdaderas y propias invenciones terapéuticas realizadas en el campo. En otros términos algunos son “gemas robadas” talladas de nuevo para darles mayor brillo, otras son “perlas encontradas” en el proceso de las dinámicas construidas con los pacientes para quienes las técnicas destacadas hasta ahora no habían funcionado. Gracias a este trabajo de síntesis entre tecnología y arte, la psicoterapia breve estratégica es –actualmente-  la más eficaz y eficiente para una gran área de psicopatologías, en particular: ataques de pánico, trastorno obsesivo-compulsivo, anorexia, binge eating, vomiting y disfunciones sexuales, entre otras.

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Para Giorgio Nardone la investigación y la actividad clínica son dos caras de la misma moneda y las dos se complementan mejorándose recíprocamente. Las interacciones terapéuticas con pacientes que presentan patologías, en continua evolución, le estimulan para crear nuevas y más avanzadas formulas terapéuticas. Y la investigación aplicada le permite sistematizar y formular las intuiciones, transformándolas en verdaderos y propios pasos operativos validados.

Con este objetivo, durante más de veinticinco años, atiende cerca de veinte pacientes al día, cinco días a la semana. Las personas llegan a Arezzo, no sólo de toda Italia sino también de todo el mundo, para recibir su tratamiento.
Este trabajo incesante que reúne constantemente al artista y al investigador es, sin ningún lugar a dudas, lo que más ama hacer.